JUAN C. BONILLA, PUE.– La madrugada del pasado 20 de septiembre, horas después del sismo de 7.7 grados con epicentro en Michoacán, el socavón ubicado en terrenos de cultivo de Santa María Zacatepec, en este municipio, volvió a desgajarse. De los 60 metros que tenía el 29 de mayo de 2021, cuando surgió, se extendió a 132 metros en su eje mayor.
Vicente Nolasco Valencia, investigador del Centro Universitario para la Prevención de Desastres Regionales (Cupreder) de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, señala que la oquedad no ha dejado de crecer. El último desprendimiento, dice, tendría que ser un llamado de alerta para las autoridades estatales y federales a fin de que apresuren los estudios pendientes en esta zona, donde los especialistas advierten ya “potencial riesgo geológico”.
No obstante, hasta ahora las medidas de seguridad se han limitado a enmallar el perímetro que rodea al socavón, sin que se reporten avances en otras acciones que fueron planteadas por el Instituto Politécnico Nacional (IPN) para prevenir situaciones de riesgo en esa región, donde se ubican poblaciones como Santa Huejotzingo, María Zacatepec y Juan C. Bonilla, sostiene el especialista.
En su informe “preliminar” hecho público