XALAPA, VER.- En el Golfo de México, frente a las costas de Veracruz, se extiende un corredor de más de 650 kilómetros de arrecifes coralinos que es prioritario para la protección ambiental y fuente de ingresos para miles de pescadores. Ahora ese “tesoro sumergido” -como lo llama la comunidad científica- está en riesgo por un proyecto de gasoducto marino.
El reciente anuncio de la construcción del Gasoducto Sureste prendió las alertas de las organizaciones ambientalistas, porque el trazo pasará a 550 metros el Área de Protección de Flora y Fauna del Sistema Arrecifal Lobos Tuxpan.
Desde hace varios años los expertos han documentado el hallazgo de al menos 38 nuevos arrecifes -algunos sumergidos, cuya existencia se desconocía- con más de 130 especies marinas y lo designaron Corredor Arrecifal Suroeste del Golfo de México.
El hallazgo de estos arrecifes permitió entender que los grandes sistemas arrecifales no se encuentran aislados geográficamente sino están conectados. Lo llaman corredor porque se une con zonas ya conocidas como el área de Protección de Flora y Fauna Sistema Arrecifal Lobos Tuxpan, los arrecifes en la región de Los Tuxtlas y el Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano.