Amedida que avanzamos en la descarbonización, las fuentes de energía sostenible ganan protagonismo, pero los combustibles fósiles siguen siendo necesarios para algunas industrias y medios de transporte. Por eso, además de impulsar el desarrollo de las distintas tecnologías de energía solar, eólica, hidroeléctrica, undimotriz y otras, científicos y empresas trabajan en el desarrollo de combustibles menos contaminantes. En ese contexto, el hidrógeno, que ya se utiliza en algunos sectores, tiene cada vez más peso como combustible limpio gracias a las tecnologías desarrolladas para producirlo de forma sostenible.
El futuro del hidrógeno verde es cada vez más cercano gracias al apoyo de los poderes públicos y a la decidida apuesta que están haciendo grandes empresas privadas, tanto productoras de energía como consumidoras. El desarrollo tecnológico e industrial que llegará con las iniciativas que se están poniendo en marcha en España vendrá acompañado, además, de numerosos puestos de trabajo cualificado. Algunas compañías se han organizado en torno a consorcios con los que quieren impulsar el hidrógeno verde en toda la cadena de valor. Es el caso de HyDeal Ambition, que nació en 2020 de la iniciativa de Enagás y en la que participan otras empresas, como ArcelorMittal, Grupo Fertiberia y DH2 Energy. Su objetivo es construir un sistema integrado a una escala suficiente para operar sin subsidios. En su primer gigaproyecto, para el que han elegido Asturias, las beneficiarias serán, como indica Thierry Lepercq, presidente del consorcio, «industrias pesadas españolas que van a tener una ventaja económica con una capacidad de producción de acero y fertilizantes verdes a un coste muy competitivo».
Cuando el proyecto asturiano esté operativo, a finales de 2025, ArcelorMittal reemplazará el carbón por hidrógeno verde para la óxido reducción del mineral de hierro, y Fertiberia sustituirá el amoniaco producido con gas natural por un amoniaco verde. En el proceso, subraya Lepercq, «la ingeniería española va a tener un liderazgo en proyectos mayores que se podrán desarrollar en todas partes del mundo. También tendremos innovación en sectores nuevos como la movilidad». Y es que parte de su producción se podrá destinar al transporte de camiones y al tráfico aéreo y marítimo.
Shyne es otro gran consorcio multisectorial que nació en enero de 2022, liderado por Repsol. En él participan 33 entidades, entre compañías públicas y privadas, centros tecnológicos y universidades, que abarcan toda la cadena de valor. Su objetivo es «acelerar los planes de despliegue y traccionar el desarrollo de las