HACIA UNA MODA VERDE ¿Y RENTABLE?
Camisetas a tres euros y pantalones a cinco, moda de usar y tirar cada temporada, tiendas baratas que crecen a ritmo de vértigo, colas interminables de clientes que compran sin control. Crecimiento, ventas, cuentas de resultados, beneficios, dinero que entra y sale de un modelo de negocio, el low cost -que de barato tiene más bien poco, dado el altísimo coste medioambiental y social que supone-, “Hoy por hoy es muy posible que un negocio sostenible y transparente no sea tan rentable, pero es el único futuro para la industria de la moda”, afirma Quique Vidal, fundador de Becomely, una marca 100% digital que produce bajo demanda y a partir de tejidos existentes. “Dejar de producir en masa productos de baja calidad o con mano de obra en condiciones más que cuestionables y apostar por consumir ropa de mayor durabilidad y con menor impacto ambiental va a ser absolutamente imprescindible. Nos jugamos el futuro de todos, así que no queda otra que seguir trabajando para que así sea”, añade.
Las cifras que reflejan el impacto que la industria textil tiene sobre el planeta son estremecedoras. Para que nos hagamos una idea, cada segundo un camión de ropa usada -de contenedores de reciclaje, ropa vieja y sobreproducción-, termina en vertederos,
