Alfonso d’Ors “Soy un artesano de pieza única”
“¿Y no solíamos decir que los artesanos de cada uno de esos muebles, al fabricar las camas y las mesas de que nos servimos, e igualmente las otras cosas, los hacen mirando a su idea? Por lo tanto, no hay ninguno entre los artesanos que fabrique la idea misma, porque ¿cómo habría de fabricarla?”. Muchos siglos después, hay respuesta para esa pregunta de Platón en : con el cuerpo, con las manos, ¿no es esa la herramienta privilegiada con la que los artesanos trabajan? El gesto lo recuerda Alfonso d’Ors en el transcurso de esta entrevista: “cuando el hombre se hace erectus y se agacha para beber agua con las dos manos hace un cuenco”. Ese recipiente que dibujan las palmas de las manos y es perfecto en su sencillez, hermoso en su irregularidad e inmediato en su factura es el cuenco ideal, la misma idea de cuenco. Solo hay que darle forma y ahí es donde vienen los largos años de aprendizaje, las pruebas de temperatura, las combinaciones de materiales a la búsqueda de las mil formas que tiene –o puede tener– la idea de cuenco. Imbuido de cultura oriental, Alfonso d’Ors se dedica desde hace casi veinte años a el que se utiliza para la preparación y el disfrute del té Se dedica con perseverancia. Cada día hace uno, que puede estar llamado a convertirse en un … o no, porque la cerámica es lenta, tiene sus reglas, sus rituales y sus secretos, y también su personalidad e incluso sus caprichos. Hay que conocerla, saber acariciarla… Él lleva toda la vida haciéndolo y en esta entrevista explica algunas de las cosas que ha aprendido.
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