urante la pandemia, Agustín Arana se enfrentó al dolor más grande de su vida y quizás, al mayor de los aprendizajes. La muerte de su padre, por causas relacionadas al coronavirus, lo dejó por el suelo, pero también le permitió reflexionar y comprender mejor los designios de la vida, así como los ciclos naturales. Ahora, casualmente, el actor forma parte de una telenovela que toca estos vacíos, algunas veces, imposibles de llenar. En interpreta a Donato, un buen hombre que debe luchar por encontrar la felicidad en una mujer que, en principio, le pertenecía a otro hombre. De este proyecto encabezado por Rosy Ocampo, así como de la tabla de salvación que encontró en medio del duelo, nos habla el artista desde las grabaciones en Televisa San Ángel.
