TUXTLA GUTIÉRREZ, CHIS.- El paso de la pandemia de covid-19 y la “vuelta a la normalidad” a las actividades en escuelas y la convivencia social en la entidad se refleja en el daño que sufrieron infantes y adolescentes víctimas de delitos sexuales en su propio hogar.
Las cifras y estadísticas de Chiapas revelan que en 2020 y 2021 los casos de abusos contra menores de 18 años se dispararon justo cuando miles de ellos dejaron de ir a la escuela para mantenerse a salvo de la pandemia.
María Isabel Cruz Cruz, titular de la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños, Adolescentes y la Familia el Sistema DIF Estatal, lo admite: los hogares resultaron ser el peor lugar para muchas personas, particularmente menores, que quedaron en estado de vulnerabilidad ante sus agresores sexuales.
“La pandemia por covid-19 dio pauta a que el abuso sexual se incrementara; es decir que muchos niños, niñas y adolescentes estuvieran expuestos a sus agresores directos: sus papás, tíos, abuelos, hermanos o primos. Las personas más cercanas a los niños o niñas”; ellos son los agresores, dice la funcionaria estatal.
Derivado de ello, añade, las estadísticas