WASHINGTON.— César Duarte Jáquez, el exgobernador priista de Chihuahua acusado de peculado y corrupción, es un enfermo consentido por la panista Maru Campos, actual mandataria de la entidad, denuncian personas allegadas al caso.
Preso en el Centro de Reinserción Social (Cereso) número 1 del estado de Chihuahua, Duarte Jáquez entra y sale de su celda constantemente con motivo de sus enfermedades para ser atendido en hospitales de lujo, privilegio del que no gozan sus compañeros de cárcel.
“El 26 junio (pasado) salió de prisión para operarse una hernia y fue intervenido en el hospital Ángeles en Chihuahua capital, pero la verdad es que estando internado se puso a recibir a políticos y expolíticos del estado que trabajaron con él”, expone uno de los quejosos.
En varias llamadas telefónicas los denunciantes que buscaron a Proceso detallaron el tipo de visitas que recibió el presunto delincuente de cuello blanco.
Mediante llamadas telefónicas pudo corroborar denuncias sobre Duarte. Una de las personas consultadas fue Javier Corral Jurado,