Tanto en la literatura como en el cine hay un subgénero policíaco muy específico: whodunit, apócope de la frase en inglés Who has done it? y que se refiere a la interrogante de quién es el asesino en el microuniverso que presenta la historia.
A diferencia de un detective que investiga un caso en una ciudad grande o una cinta noir donde la trama gira alrededor de uno o varios crímenes; el whodunit tiene elementos muy específicos: el asesinato es presentado como rompecabezas cuyas piezas el detective protagonista –junto con el público– irá desenmarañando una por una. Lo que hace a este subgénero tan popular es que el público “resuelve” el crimen junto con el detective.
Sin que prosperó entre las guerras mundiales y sus principales exponentes eran británicos, como G.K. Chesterton, Nicholas Blake, Dorothy L. Sayers o Gladys Mitchell. Aunque fue hasta que empezaron a adaptarse las obras de Agatha Christie al cine que el despegó.