Luces y sombras de su reinado
DICE el refrán español que “el casado casa quiere” y ese fue el primer problema con que se encontraron Isabel y Felipe tras su boda. Los reyes Jorge VI e Isabel les habían regalado Sunning Hill, una propiedad cercana al castillo de Windsor que estaba en malas condiciones, pues se había utilizado como cuartel durante la Segunda Guerra Mundial Desgraciadamente, Sunning Hill se destruyó en un incendio y el matrimonio acabó en Clarence House.
Alostres meses de la boda, Isabel anunció a su marido su embarazo, noticia que él acogió con júbilo. Jorge VI no había olvidado la angustia que sufrió cuando nació Isabel, ya que a su esposa le tuvieron que practicar una cesárea. Por eso le pidió a su hija que diera a luz en el Palacio de Buckingham, donde se había montado una clínica debido a su delicado de salud. El 14 de noviembre de 1948, Isabel tuvo un rápido alumbramiento. Al recién nacido le llamaron Carlos Felipe Arturo Jorge.
Felipe añoraba su carrera de marino y logró el permiso del rey para incorporarse a la flota del Mediterráneo, con destino en la isla de Malta.
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