CATO VAN EE LA MODA FELIZ
enacer en septiembre. Podría ser el título de una película, de un libro o de una fotografía. Como la de nuestra portada, donde Cato Van Ee, una preferidas, posa junto a su hija de nueve meses, Eleanor Maeve. Un mensaje simbólico que bien representa este tiempo perfecto para vivir nuevos comienzos, descubrir nuevos mundos, escribir una página en blanco. La modelo, nacida en Holanda en 1990, parece encarnar hoy, con su belleza etérea y luminosa, una corriente que abraza la diversidad, la sostenibilidad y una narrativa más sensible y amable. Por eso hoy celebra la maternidad y todo el aprendizaje de generaciones de mujeres con quienes disfruta del que considera uno de los mejores momentos de su vida. Porque no siempre ha sido así. Cato aún recuerda una frase que se le quedó grabada en sus comienzos: «Alguien me dijo que era demasiado feliz para ser modelo». Pero eso no le impide recurrir a su naturaleza optimista –«Esta es una industria compleja, aunque está atenta a lo que sucede»– y apelar a cuestiones en las que el pone el foco, como los nuevos cánones de belleza, la diversidad, el compromiso con el medio ambiente o el movimiento : «Cuando empecé, con 18 años, tenías que estar hiperdelgada –recuerda con indulgencia–. Pero ahora es diferente. Al quedarme embarazada surgieron las curvas y me sentí orgullosa. Pensé: “Qué pena haber estado tan obsesionada en vez de celebrar las formas femeninas”. Porque de lo que se trata es que cada una se encuentre a gusto con su cuerpo». Y finaliza con unos principios claros: «Encuentra lo que te hace feliz y persíguelo. Respétate a ti y a lo que te rodea. Y confía». Tal vez así se escribe la nueva moda.
