@Rafaikkonen
Desde sus orígenes, la industria de los videojuegos ha sido muy personalista en cuanto a la autoría de sus productos, pese a que, en las últimas décadas, las compañías y los estudios más destacados han crecido hasta alcanzar plantillas populosas donde decenas o, incluso, cientos de personas juegan su papel. En ese sentido, y aunque quizá cada vez pasa menos, muchas sagas siguen siendo indisociables de la persona de cuya mente surgieron, igual que sucede con los directores de cine.
A lo largo del tiempo, numerosos desarrolladores se han convertido en eminencias de la mano de sus respectivas criaturas. En algunos casos, el respeto y la popularidad obtenidos han sido tales que les han servido para estar por encima de sus empresas y, llegado el momento, por las circunstancias que fueran, marcharse para fundar sus propias compañías, donde sentirse libres para tramar nuevas ideas… o aferrarse a las mismas.
Vuela, amigo, vuela alto
Esos saltos fuera del nido, protagonizados muy a menudo por cóndores japoneses, se han saldado con resultados de lo más dispares. Por un lado, hemos visto vuelos de águila imperial, como los de Hideo Kojima, Shinji Mikami, Hideki Kamiya, Hironobu Sakaguchi, Tetsuya Mizuguchi, Koji Igarashi, Tim Schafer, Ron Gilbert o Sid Meier, que, en mayor o menor medida, han logrado mantener la velocidad de crucero. Por otro lado, ha habido aterrizajes forzosos, como los de Yuji Naka, Cliff Bleszisnki, Michel Ancel, Keiji Inafune o Hideo Baba, que han caído en picado y, en algún caso, hasta han tenido que migrar a otros ámbitos. En otras ocasiones, los aleteos ha sido más bien intrascendentes, como los de Yu Suzuki, John Romero o Patrice Désilets, carentes hoy del plumaje que lucían cuando estaban bajo el ala de grandes editoras. Y, en última instancia, ha habido saltos de fe que aún no sabemos cómo transcurrirán, como los de Toshihiro Nagoshi, Keiichiro Toyama o Casey Hudson, a cuyas cigüeñas aún les queda largo tiempo para depositar sus nuevas criaturas. Indudablemente, salir de la zona de confort