El precio de la guerra. El precio de la paz
El objetivo del Derecho Internacional Humanitario (DIH)1 es mitigar los efectos de los conflictos armados: salvar vidas, aliviar el sufrimiento y facilitar la futura convivencia tras el conflicto. Sus normas y principios, si se respetan, aminoran las tremendas heridas provocadas por las guerras, ante la incapacidad de la política de garantizar la paz. El DIH, establecido por los cuatro Convenios de Ginebra, ha sido ratificados por 196 Estados. ¿Cómo sirve y a quién sirve?
Yolanda Feal San Martín nos ayuda a comprender esta trama silenciosa que garantiza la dimensión de humanidad ahí donde esta se destruye. Cuenta con más de diez años de trabajo directo en zonas de guerra: Ruanda, Afganistán, Bosnia, Nigeria, Azerbaiyán, Liberia, Sierra Leona, Kosovo…. Una cosa deja clara: la paz es posible si no se tiene miedo de ella.
¿Se sabe con antelación si va a estallar un conflicto?
Ningún conflicto surge inminente de la nada, nunca. Todo conflicto se fragua a lo largo de años. El ejemplo evidente es la agresión militar de Rusia a Ucrania. Un conflicto armado se genera poco a poco, a partir sobre todo de un malestar social, económico, político o cultural, transmitido de generación en generación. Es una tensión, a veces tabú, conocida por todos los implicados, un mal al que prestar muchísima atención. Emblemático es descrito por Johan Galtung y que aconsejo leer para entender los fundamentos de la violencia.
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