Como ya es sabido, el filósofo alemán Walter Benjamin se sirvió del cuadro Angelus No vus, pintado por Paul Klee en 1920, para acuñar su célebre alegoría del “ángel de la historia”. En el ensayo titulado, justamente, Sobre el concepto de historia, escribió acerca de ese ángel que percibe el pasado que trata de dejar atrás como si fuera “una catástrofe única que amontona ruina tras ruina”. El deseo del ángel es recomponer los pedazos dispersos a su espalda, pero un huracán que sopla desde el paraíso –“Ese huracán es lo que nosotros llamamos progreso”, aclara Benjamin– le empuja irremediablemente hacia el futuro.
También nuestra actual civilización parece arrastrarse, movida por ráfagas incesantes, hacia un futuro incierto que amenaza con borrar las huellas de cualquier pasado. El trabajo de los fotógrafos María Bleda (Castellón, 1969) y José María Rosa (Albacete, 1970), que ahora puede verse en una gran exposición retrospectiva en el Centro de Fotografía KBr de Fundación MAPFRE en Barcelona, nos invita a descubrir un “ángel de la historia” oculto tras espacios aparentemente ordinarios o cotidianos.
Bleda y Rosa se conocieron durante sus años de estudiantes en la Escuela de Artes Aplicadas y Diseño de Valencia. Desde entonces, han trabajado conjuntamente en la creación de una obra que, a partir de paisajes concretos, reflexiona sobre conceptos como el tiempo, la huella o la memoria. Ya en sus primeras fo tografías confluye una única mirada común, al modo de las