Las pelotas de Álvaro Morte
Imagina que te sacas el carnet de conducir un lunes y el martes te apuntas al Dakar. Pues eso es más o menos lo y a varios jugadores profesionales). “Nunca he jugado al golf”, les respondió. Entonces desde BOSS le explicaron que se trataba de un evento benéfico que serviría para recaudar dinero para Unicef. “Entonces contad conmigo”, dijo. Antes del torneo, al actor le dio tiempo a dar cinco clases de golf. Cinco. Y allí se presentó, con sus palos y sus pelotas, en el hoyo 1 del complicado recorrido escocés, para dar el primer golpe de su vida en el mismo campo en el que Severiano Ballesteros forjó su leyenda, bajo la mirada de cámaras, fotógrafos, drones y curiosos: “Si hay un momento en el que te puedes permitir reírte de ti mismo y cagarla hasta el fondo, es este. Porque es por un buen propósito”. Cinco horas después, Álvaro Morte terminó su partido en el del 18 con el orgullo de haber echado una mano a quienes más lo necesitan, y con una nueva afición: “Me vuelvo enganchado al golf. He dado unos golpes de mierda, pero he dado otros espectaculares, y lo sabes...”. Que tiemble Jon Rahm.
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