Finding Your Laughter documenta la lucha de una familia con el Alzheimer, y cómo la comedia hizo que esa carga fuera menos pesada
CHICAGO— Un día, el padre de Arlieta Hall olvidó que uno no va a Best Buy a comprar sillas; otro día, pensó que su hermano era su hermano menor. Fue entonces cuando Arlieta se dio cuenta de que el Alzheimer había golpeado al hombre más inteligente que conocía.
Cuando a Milton Hall Sr. le diagnosticaron la enfermedad de Alzheimer y demencia progresiva, tenía 67 años. A la familia Hall se le presentaron problemas al ver a este orgulloso residente de South Side, quien en su día fue agente de policía, director de una escuela pública, DJ de gospel y presentador de radio y televisión, abordado por esta enfermedad. Para afrontarla, Arlieta recurrió a una nueva pasión: la improvisación.
"Creo que a todos se nos rompió el corazón, porque se trataba de alguien que para mí era el hombre más inteligente del mundo. Simplemente lloré", dijo Arlieta. "Realmente no sabía qué hacer, pero quería formar parte de su vida, porque sabía que el Alzheimer iba a hacer que finalmente lo olvidara todo por completo. Solo quería formar parte de él para hacerlo reír en su despedida".
Su amor por la comedia de improvisación floreció en diciembre de
Ríe para que no lloresEstás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
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