“SÓLO COMÍAMOS FRIJOLES”
Checo Pérez está en la cúspide, quizás en uno de los mejores momentos de su vida. El éxito y los triunfos parecen abrazarlo y no soltarlo ahora que recién se llevó el Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1.
Ostentosos restaurantes y los menús más sofisticados de la carta son parte de su día, así como millones de euros en su cuenta, contratos incalculables y los ojos del mundo puestos en él. Pero esto no siempre fue así para el piloto mexicano de 32 años, pues su padre, Antonio Pérez, cuenta a que al inicio pasaron muchas necesidades y hasta tuvieron que dormir en un auto, sin cenar y sin dinero para las llantas. El político, a través de nuestras páginas, envía un mensaje a todos los padres para que presten
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