Refugiados ucranianos en Chicago cuentan cómo escaparon de la guerra. 'Ningún niño debería vivir esto'
CHICAGO— Cada vez que sonaba una sirena de la policía o zumbaba un avión, Olena Raczkiewycz revivía el terror de sus últimos días en Ucrania, cuando los tanques y las bombas rusas asediaban su país.
Esta sensación duró más o menos el primer mes después de su huida de Kiev a finales de febrero. Los sonidos cotidianos e inocuos que podrían imitar una alerta de ataque aéreo o el lanzamiento de cohetes podían sumirla en un estado de confusión.
Aunque ahora está en Chicago y a salvo, el trauma de haber huido de su casa en medio de la guerra aún perdura.
"Siento pánico en mi interior", dice Raczkiewycz, de 43 años, cerrando los ojos y sacudiendo la cabeza como si quisiera eliminar las brutales imágenes de su mente. "Soy fuerte. Puedo intentar controlarlo. Pero afecta a tu estado psicológico y emocional".
El 10 de marzo llegó aquí con su esposo, sus dos hijos pequeños y unas pocas prendas y posesiones, los únicos vestigios de su antigua vida. La familia se encuentra entre los más de 6.7 millones de ucranianos que se calcula que han huido de su país desde que Rusia lo invadió en febrero, lo que ha provocado una disperción cada vez mayor en Europa y en el extranjero.
Huida, incertidumbre 'Solo un niño' Regreso a UcraniaEstás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
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