Hoy ya hay más mujeres que hombres que se gradúan en la universidad. Sin embargo, aunque la mujer representa un 45 % del empleo, solo alcanza un 11 % de puestos directivos, según datos de Womenalia, plataforma de networking femenino. Solo el 8 % de los directores generales que dirigen las empresas de la lista Fortune 500 son mujeres. Según datos de la OCDE, la retribución media anual femenina de los países desarrollados es entre un 2 % y un 50 % inferior a la masculina.
La razón que se presenta en algunos estudios para dar una explicación a esos datos es que las mujeres tienden a evitar situaciones de competitividad, lo que supuestamente no sucede con los hombres. Esto dejaría el camino despejado para que ellos ganaran puestos de responsabilidad y percibieran salarios más elevados.
Las investigadoras Alessandra Cassar, de la Universidad de San Francisco, y Mary L. Ridgon, de la de Arizona, han analizado este supuesto en un estudio publicado en (PNAS) en el que participaron 238 sujetos (la mitad mujeres). Divididos en grupos de cuatro, tenían que hacer ejercicios de cálculo sencillos a cambio de dinero. En la primera ronda,