Una de las grandes aspiraciones del humano siempre ha sido descubrir y visitar nuevos mundos, algo que al día de hoy, y a pesar de todos nuestros avances científicos y tecnológicos, sigue estando fuera de nuestro alcance. Aunque consideremos la velocidad de la luz como algo instantáneo en nuestro día a día, las escalas en el universo son tan colosales que nos muestran una realidad bien distinta porque, a decir verdad, la luz es muy lenta, y si alcanzar otras estrellas con los impulsores de las naves espaciales actuales resulta irrealizable, tampoco sería fácil a la velocidad de la luz: llegar a Próxima Centauri, la estrella más cercana a nuestro planeta, nos llevaría 4.2 años. Así que necesitamos ir aún más rápido.
Esto es imposible, ya que, si intentamos acelerar un objeto a la velocidad de la luz, su masa tiende al infinito, por