DOS CLAVES DE ESTILO, A EXAMEN
a industria de la moda busca nuevos territorios, áreas inexploradas del diseño. Aunque la realidad es que la base de las tendencias orbita siempre sobre un mismo eje: las piezas clásicas, reinterpretadas bajo las premisas de originalidad, innovación de materiales y técnicas sartoriales y la creatividad de los diseñadores. Mira a la derecha. Sí, lo que ves es una clásica gabardina azul que juega a ser vestido; se desestructura y juega con el volumen, cambia su papel, lleva mangas sueltas y añade una placa metalizada (trinchera). Estas dos propiedades, junto a la ligereza, la comodidad y la elegancia, fueron las que la hicieron tan popular. Aunque se desliza que por su elevado precio solo las podían llevar los altos cargos. También se apuntaron a la fabricación de gabardinas otras marcas más económicas, haciendo que tanto los soldados rasos como los civiles apostaran por ellas, ya que se las identificaba con hombres valientes. Pero ¿cuándo entró de lleno en el guardarropa femenino? A partir de los años 40, Hollywood mediante, personajes de cine que eran (y son) iconos de estilo, como Greta Garbo o Audrey Hepburn, vistieron gabardinas, convirtiéndolas en la pieza más deseada también por las mujeres. Una prenda tradicional que sigue viva, en su patrón original o jugando al 'es o no es' como el vestido de Jonathan Anderson.
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