“Los niños tienen una capacidad de recuperación increíble”
Él no seda a los enfermos, “les pone unos gin tonic”. El doctor David Callejo, médico anestesista del Hospital Gregorio Marañón, ha sabido ganarse la confianza de sus pacientes, y de los miles de seguidores que tiene en las redes sociales, hablando de medicina con sentido del humor. Su lenguaje cercano le ha valido el premio al Mejor Divulgador médico del 2020. Charlamos con este sanitario influencer que acaba de publicar su primer libro, Lo primero, la vida (Ed. Planeta).
■ Formas parte del equipo de anestesia cardiaca infantil del hospital Gregorio Marañón de Madrid. ¿Especializarse en bebés y niños es más complicado porque todo se ve en miniatura?
Sí, generalmente, para hacer anestesia infantil se necesita un adjunto de anestesia. Es un trabajo más delicado, hay que ser más fino en el manejo de la medicación, del paciente, de los familiares…
■ Pese al tamaño de los pacientes, en tu libro explicas que “los niños pueden estar a punto de morir en el quirófano y en menos de una hora comiendo
