Guerra y masculinidad
Es indudable que existe un fuerte vínculo entre la guerra y la masculinidad, dado que el lugar de poder capaz de decretar una guerra lo siguen ocupando casi en su totalidad varones.
La guerra es una enfermedad patriarcal, decidida a usar la fuerza y la agresión por encima de la política, que es una forma civilizada de gestionar el conflicto.
El panorama es sobrecogedor y es necesario ir más allá de una explicación acerca de la conducta de esos hombres poderosos que En unas guerras se mata a larga distancia, con misiles o bombas, y en otras los enfrentamientos son cuerpo a cuerpo; a veces los soldados eliminan a personas desconocidas, de otra nacionalidad, a las que fácilmente pueden ver como “enemigos”, pero otras veces masacran a vecinos, incluso a parientes. Muchos soldados y civiles quedan traumados de por vida y hay personas que extrañan la solidaridad y sociabilidad que también existe en momentos de guerra. Y aunque el protagonismo bélico de las mujeres ha ido creciendo con el tiempo, todavía la impresión generalizada es la de que la guerra es un asunto de hombres.
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