En buena COMPAÑÍA
SOLEDAD ORDÓÑEZ
DE NOBLE BASE
www.soledadordonezgiordano.com
Una buena librería en casa es un , sin duda. A mí me gustan, si hay espacio, las de pared a pared, pero también las que ocupan huecos muertos. Los libros llenan de emociones y dejan huella, tanto en nosotros como en los espacios, y algunos de ellos, además, son auténticas piezas de decoración”. La interiorista argentina afincada en Madrid industrial, y mezclaría distintas proporciones y formas en los rincones de lectura infantil. Y, cuando me encargan una librería que tiene que albergar equipos audiovisuales, apuesto siempre por que queden ocultos tras unas puertas integradas”. Y, a la hora de señalar modelos producidos industrialmente, se decanta por dos, “la mítica Infinito de Franco Albini, que edita Cassina, y Roxbury, un modelo de cualidad escultórica firmado por Kelly Wearstler”.
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