¿DÓNDE ESTÁ NESSIE?
En el horizonte, el suave oleaje dibuja una serpenteante estela que insinúa la inmersión de una oscura criatura, zambulléndose sosegadamente bajo la superficie. Incluso es posible percibir el chapotear de sus aletas arrastrándose fatigosamente hasta la orilla, que nos sugiere el eco de las aguas batiéndose contra las rocas de los márgenes. Es el lago Ness, en las Tierras Altas de Escocia, el mítico lugar donde se esconde el más emblemático de los monstruos que habitan en el fondo de las aguas…
¿UN MONSTRUO DE LEYENDA?
La primera crónica que menciona la existencia de un monstruo en las proximidades del Lago Ness se remonta al año 565. Es en el capítulo 28 del libro “II de Vita Sancti Columbae” –Vida de San Columbán (543-615)– donde el piadoso abad Adamnan (625-704) escribe cómo el santo “tuvo que cruzar el río Ness y cuando se acercó a la costa vio que los moradores del lugar estaban dando sepultura a un pobre infortunado que, le dijeron, había sido atacado por un monstruo del agua… El monstruo estaba escondido en el fondo”. Al religioso que cristianizó Escocia solo le bastó realizar el gesto de la cruz con su mano para que la bestia retrocediera de nuevo perdiéndose “en las profundidades más rápido de lo que había venido”. ¿Acaso puede dudarse de la palabra de un santo que testimonia haberse encontrado con el mítico monstruo siglos antes de que este se convirtiera en un buen reclamo turístico?
“La primera crónica que menciona la existencia de un MONSTRUO en las proximidades del Lago Ness se remonta al año 565.
Convincente tal vez para los más creyentes, son varios los detalles contenidos en el relato que nos
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