EL ENIGMA DEL CALENDARIO DE ADÁN

Aprovechando mi primer viaje a Sudáfrica y, en concreto, a la zona del Parque Nacional Kruger (donde uno puede contemplar a «los cinco grandes»: leones, leopardos, rinocerontes, elefantes y búfalos), intenté convencer por todos los medios a mi mujer para visitar un fascinante yacimiento arqueológico. De este modo aunamos nuestras grandes pasiones: ella la biología y, en mi caso, las civilizaciones antiguas. En esta ocasión el yacimiento–esas «cuatro piedras», como las llama mi mujer bromeando–podría ser parte, nada más y nada menos, que del calendario astronómico más antiguo de la humanidad, conocido como Adam’s Calendar o «Calendario de Adán».

Las ruinas de piedra de Blaauboschkraal–ese es su nombre oficial–están ubicadas en la región montañosa de Mpumalanga («el lugar donde se eleva el sol», en lengua zulú), en Sudáfrica. Se trata de un emplazamiento bastante aislado, pues estas ruinas solo tienen en sus «proximidades » el Reino de Suazilandia y el ya mencionado Parque Nacional Kruger, por lo que si uno.