¡AGUAS CON EL AGUA!
Cuando vemos al planeta Tierra desde el espacio parece una “canica azul” porque la mayor parte de su superficie (71%) está cubierta por una capa de agua; el resto, 29%, son los continentes e islas.
Quizá te preguntes: si la mayoría de la superficie tiene agua, ¿por qué nombramos a nuestro planeta “Tierra” y no “Agua”? Y si hay mucha agua en los océanos, ¿por qué nos preocupamos de que se acabe?
Bueno, es que de toda el agua en la Tierra, 96.5% es marina, es decir, salada. Aunque es hogar de innumerables especies y fundamental para el ciclo hidrológico y el clima, no la podemos beber la gran mayoría de los seres vivos que habitamos tierra firme.
Y de ese 3.5% restante, otra parte, sin encontrarse en el mar, también es salada (0.9%). Es decir, apenas un 2.6% es agua dulce, pero además no necesariamente líquida o accesible:
• 68.7% SE ENCUENTRA EN ESTADO SÓLIDO EN GLACIARES Y CAPAS DE HIELO.
• 30.1% ES AGUA SUBTERRÁNEA.
• Únicamente 1.2% de toda el agua dulce está en la superficie, sin embargo, 78.6% de ella –la mayoría– se encuentra en el permafrost (la capa del suelo siempre congelada en las regiones polares). Es decir, sólo 21.4%, una quinta parte digamos, está en lagos y ríos.
• Lo anterior significa que apenas 0.0072% (80,892 km3) de toda el agua de la Tierra (1,260,000,000 km3) es dulce y se encuentra en estado líquido en lagos y ríos. Para entenderlo mejor, imagina que tus papás te dieran 1,260 pesos pero te dijeran que sólo puedes gastar $0.80, o sea, ¡ni siquiera un peso!
Como verás, es muy poca el agua con que realmente contamos para nuestro consumo. Resulta que somos un planeta con mucha agua, pero al mismo tiempo no hay
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