Arenas blancas, palmeras espectaculares y un mar que está decidido a regalar a los surfistas las mejores olas de sus vidas confluyen en la Península de Osa, Costa Rica. Además de sus atributos turísticos, National Geographic describió a la región como “el área biológicamente activa más intensa del mundo”. Cuatro especies de tortugas marinas reptan en sus playas para desovar en el Pacífico. Al este, tiburones martillo, ballenas jorobadas, ballenas de Bryde, delfines mulares y delfines manchados remontan el fiordo del Golfo Dulce para parir.
Pero el ecosistema de Osa es frágil. A sus mares lo acechan desde la pesca industrial y la