Con dejo a fractura, la “pausa” que AMLO pretende con España
MADRID.- El 19 de febrero de 2014 el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, proclamó desde Londres que la empresa “es más mexicana y más británica” que española. El pronunciamiento ocurrió en una sesión del consejo de la compañía que decidió realizar-la en la capital británica, como un desplante al gobierno español del entonces presidente Mariano Rajoy, que intentaba imponer un ajuste al elevado costo de la energía.
Como presidente de la compañía más poderosa del inamovible oligopolio eléctrico español, Sánchez Galán también aprovechó el momento para felicitar al gobierno de Enrique Peña Nieto por la reforma energética que emprendía en aquella época, y adelantó que su compañía no iba a “escatimar recursos de inversión” en México.
Han transcurrido ocho años de aquella proclamación de mexicanidad del ejecutivo de la compañía española que hoy está en el centro de la peor crisis que en años recientes viven las relaciones entre México y España.
De una relación bilateral considerada “estratégica”, el presidente Andrés Manuel López Obrador ahora plantea “hacer una pausa” con el gobierno español hasta el final del sexenio.
La diatriba del mandatario mexicano tiene como telón de fondo la reforma eléctrica que se discute en el Poder Legislativo, iniciativa que tiene
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