recuerdo perfectamente acompañar a mi abuelo al que él consideraba su momento relajante de la semana: la barbería. Se trataba de un lugar elegante, con amplios ventalanes, cortinas de terciopelo granate y millones de frascos y artilugios que me hacían soñar e imaginar con ser mayor. Si cabía la posibilidad, me sentaba en una de aquellas sillas increíbles y reclinables,.
AUTÉNTICOS GROOMERS
Feb 07, 2022
2 minutos
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