Recientemente, el Pentágono ha reconocido la autenticidad de una serie de tres vídeos conocidos como FLIR, GOFAST y GIMBALL–el primero de ellos grabado en 2004 y que habría sido filtrado en internet en 2007–. Tratando de investigar el origen de estos fenómenos anómalos, el Departamento de Defensa (DOD) estadounidense–con un presupuesto anual de 600 mil millones de dólares–habría financiado un Programa Avanzado de Identificación de Amenazas Aeroespaciales (Advanced Aerospace Threat Identifica-tion, AATIP), en el que se habría invertido unos 22 millones de dólares durante los cinco años que se mantuvo operativo: desde 2007 hasta 2012, fecha en la que terminó su asignación. Su objetivo sería averiguar qué hay detrás de los Fenómenos Aéreos No Identificados (Unidentified Aerial Phenomena, UAP). Su actividad se habría mantenido en secreto hasta su reconocimiento oficial el 16 de diciembre de 2017.
¿UN GARGANTA PROFUNDA DE LOS OVNIS?
Como supuesto director del programa AATIP encontramos a un controvertido personaje: , cuyo pretendido currículum (hecho público en Wikipedia) le identificaría, entre otros cargos vinculados a la defensa estadounidense, como exagente especial de contrainteligencia del ejército. Según declaraciones del propio Elizondo, su oposición al exceso de secretismo del Programa AATIP le habría llevado a dimitir de su cargo el 4 de octubre de 2017 en una carta dirigida al entonces secretario de Defensa . A partir de esa fecha, Elizondo se convertiría en una especie de “garganta profunda” acerca de los “expedientes X” que oculta el Pentágono y ha