energía sexual
El cuerpo consagra lo mejor que tiene para llevar a cabo este objetivo trascendental: de ahí que con la calidad nutricional deficiente, desvitalizada, química, excesivamente cárnica y azucarada que se consume en la actualidad, la infertilidad y las enfermedades relacionadas con la salud sexual van en aumento.
Todas las religiones del mundo se dieron cuenta de la extraordinaria cualidad de la energía sexual y todas intentaron-con diferentes métodos-capturarla o canalizarla para lograr fines místicos; y es que la energía sexual es el diamante de nuestro sistema energético, no solo para alcanzar el éxtasis o para disfrutar en pareja, sino también para dar rienda suelta a la creatividad, pues es la energía con la que creamos sueños, visualizamos, fantaseamos y finalmente manifestamos.
Crear, materializar, ejecutar, desarrollar la fuerza de voluntad, vibrar en vitalidad, tener la libido alta, procrear, todos estos aspectos tienen su asiento en el organismo, concretamente en los riñones y las glándulas suprarrenales.
En Oriente se llamó «transformación agua» a la energía que procede de riñones, vejiga y aparato reproductor. Dicha energía es la que gobierna nuestros instintos primarios y profundos relacionada con el cortisol y la adrenalina y, a la
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