SUSAN SONTAG

Entre bromas y risas, Susan Sontag dijo que su único hijo, David, había pasado su infancia durmiendo sobre pilas de abrigos arrojados a las camas por sus compañeros de fiesta. Es posible que haya un poco de exageración en la imagen, pero lo cierto es que cuando él era pequeño, su madre, que era una jovencita, tuvo una etapa de mucha fiesta. Se había divorciado del padre del niño y la vida se había abierto ante ella como una fuente infinita de experiencias y aprendizajes. “Susan no rechazaba invitaciones”, recuerda un amigo de esa época. Sería apenas el inicio de una peripecia vital muy intensa, en la que habría mucho trabajo, creación, escritura, debate político, filosófico y cultural, pero también de apasionadas vivencias, amores, viajes y no pocos sufrimientos.

Susan Sontag fue una de las más notables intelectuales de Occidente en el siglo XX. Escritora, novelista y ensayista, directora de cine y de teatro, así como profesora universitaria. Como visible activista de diversas causas fue durante cuatro décadas la representación viviente del intelectual público, que opina de política, así como