La otra realidad que nos espera
Toma buena nota de esta palabra, porque vas a escucharla y leerla cada vez más en los próximos meses... y años: ¿Que qué es el metaverso? Pues dicho de una forma burda, algo parecido a pero a lo bestia, tanto que cuesta imaginarlo. Una suerte de realidad alternativa en la que podrás hacer las mismas cosas que haces cuando sales de tu casa, pero sin moverte de ella. Un mundo paralelo al que accederás con dispositivos de realidad virtual y realidad aumentada, y en el que tú, o mejor dicho, tu avatar –un clon de ti mismo o una versión mejorada–, te desenvolverás en un entorno tridimensional, inmersivo, realista, donde las interacciones sociales y económicas son las protagonistas. Podrás ir al cine con amigos, asistir a una reunión de trabajo, regentar un bar, bañarte en las Bahamas, probar un deportivo, comprar ropa con dinero o hacer la carrera de Ingeniería Informática… Un internet en el que, en vez de limitarte a ver contenido, estás dentro de él, según Mark Zuckerberg, uno de los grandes promotores del metaverso –de hecho, ha cambiado el nombre de su compañía Facebook por el de Meta–, junto a otros grandes señores de la Red, como Microsoft, Roblox, Epic Games y Nvidia. El reto está ahí. Las inversiones para que se materialice son astronómicas. Y las dudas sobre cómo el metaverso va a afectar a nuestras vidas y nuestra psique, insondables.
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