Lo que debes saber SOBRE TU ALIENTO…
LA PRIMERA VEZ que me puse una mascarilla fue horrible. Al principio de la pandemia, mi pareja me mandó a comprarlas al supermercado del barrio. Me puse mi cotizada mascarilla azul sobre nariz y boca y me dispuse a luchar contra mis vecinos por unos paquetes de papel higiénico. Descubrí que mi mascarilla tenía un olor espantoso: mi propio aliento, con aroma del café de la mañana y quizás un toque de la resaca de tanto trabajo de noche anterior. Salí de allí tan rápido como pude y corrí a casa para lavarme los dientes. Esa fue mi primera degustación del ‘aliento de la mascarilla’.
El mal aliento es un tema sobre el que nadie quiere hablar. Sin embargo, gastamos miles de millones en enjuagues bucales, caramelos de menta, chicles, hilo dental y otros productos para tratar de prevenir o,
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