HIMMLER MÉDIUM DE FUERZAS OSCURAS
La ciudad sajona de Quedlinburg es una de las más antiguas localidades de Alemania, donde residió el rey Enrique I (Heinrich der Vogeler), apodado el Pajarero, junto a su esposa santa Matilde, durante las primeras décadas del siglo X de nuestra era. En el recinto de esta ciudad se encuentra la iglesia colegial de san Servatius, junto a la abadía imperial fundada en el año 936 por Matilde en memoria de su esposo el rey, y que formaba parte de un gran conjunto de centros religiosos extendidos por todo el territorio del Sacro Imperio.
En el recinto de la iglesia colegial, concretamente en su cripta, recibió sepultura el rey Enrique. Y la abadía fue, durante muchos años, residencia de la orden de canónigas seculares a las que gobernó la reina Matilde como abadesa imperial, siendo también un lugar de residencia para las hijas de la nobleza alemana que deseaban llevar una vida piadosa, aún sin ser recibidas como personas con un voto eclesiástico. Este lugar, con su Iglesia abacial y su gran convento, tuvo una gran fama durante el Sacro Imperio Romano Germánico, cuya primera cabeza fue Otón, hijo de Enrique y Matilde.
ENTRADA AL MÁS ALLÁ
Heinrich Himmler, el temido jefe de las SS, tenía un especial interés en la tumba –o tumbas– de la iglesia colegial de Quedlinburg, puesto que allí no reposan únicamente los restos de Enrique I, sino también se dice que los de su esposa Matilde, considerada santa por la Iglesia católica. Himmler buscaba habitualmente la revelación frente al sepulcro del monarca
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