EL LABERINTO DE LOS SECRETOS OFICIALES
Desde hace menos de un año el gobierno trabaja en un proyecto para sustituir la vigente normativa franquista de 1968 por una legislación acorde a los nuevos tiempos y homologada con sus aliados estratégicos. La principal novedad, según el borrador, radica en la creación de cuatro categorías (alto secreto, secreto, confidencial y restringido), cuyos plazos de desclasificación oscilarían entre los cincuenta años (para las materias top secret) y apenas cinco para los asuntos menos sensibles. Con la materialización de la nueva ley se verían relativamente colmadas las aspiraciones de un buen número de historiadores, investigadores y archiveros, que llevan años reclamando un marco normativo de plazos de desclasificación de documentos regulado y adaptado al momento histórico actual.
“Le cuento una anécdota. Hace unos años quise ver el expediente de un militar que tuvo que ver con el Consejo Supremo de Justicia Militar. Los documentos están hoy en el archivo, si no recuerdo mal, del Tribunal Supremo. Nunca me dijeron que no. La persona responsable de autorizarlo estaba muy ocupada. Lo estuvo durante año y medio. No se me permitió la consulta. Cerré el libro y, en lenguaje
