UN FASCISTA CONTRA MUSSOLINI
El general Pietro Badoglio estuvo a punto de acabar con la carrera política de Benito Mussolini mucho antes de 1943, cuando lo sustituyó al frente del gobierno. El 28 de octubre de 1922, el líder fascista había marchado sobre Roma al frente de unos treinta mil “camisas negras”, dispuesto a dar un golpe de Estado. El primer ministro Luigi Facta pidió al rey Víctor Manuel III que diera orden de reprimir la manifestación. El soberano lo consultó con Badoglio, jefe del Estado Mayor. Este le aseguró que al primer disparo, los insurgentes, mal armados y organizados –muy lejos de la imagen épica que luego pintaría la propaganda fascista– se dispersarían. Sin embargo, el monarca hizo todo lo contrario: pidió a Mussolini que se pusiera al frente del gobierno. El general, en cambio, fue apartado de su puesto. Lo “desterraron” como embajador a Brasil.
Héroe de guerra
Badoglio no
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