EL CIRCO DE LA REVOLUCIÓN SOVIÉTICA
JAVIER RAMOS
ES PERIODISTA. APASIONADO POR LA HISTORIA Y LOS VIAJES, COLABORA EN DIFERENTES PUBLICACIONES RELACIONADAS CON ESTAS TEMÁTICAS. COMO ESCRITOR, ES AUTOR DE LAS OBRAS "ESO NO ESTABA EN MI LIBRO DE HISTORIA DE ROMA" Y "ESO NO ESTABA EN MI LIBRO DE HISTORIA DEL CIRCO"; ASÍ COMO DE "EL ENIGMA TARTESSOS", "LUGARES MÁGICOS DE ESPAÑA", "¿HÉROES O VILLANOS? DE LA HISTORIA DE ESPAÑA" Y "LA ESPAÑA SAGRADA". ADMINISTRA EL BLOG LUGARESCONHISTORIA.COM
L CIRCO SE CONVIRTIÓ EN UNA HERRAMIENTA MÁS DEL RÉGIMEN. Toda la actividad circense, como el resto de la cultura, pasó a ser controlada por el Gobierno. El 26 de agosto de 1919 Lenin firmaba el famoso decreto sobre la "nacionalización de los teatros y de los circos" en la Unión Soviética. Su artículo 23 preveía que “los circos deben ser expurgados de los malos elementos. Debe mejorarse la calidad artística…”. Algunos de los circos fueron rebautizados, recobrando el esplendor de años atrás.
Tras la Revolución Bolchevique quedaban todavía algunos circos privados, pero el Estado decidió intervenirlos. Como los artistas rusos de calidad no eran numerosos, se recurrió a la socorrida fórmula de las fantasías o de las troupes de luchadores. La situación era tan delicada que llamaron a un artista italiano, William Truzzi, para que desempeñara la dirección artística de los circos soviéticos y, en 1923, un decreto autorizó la contratación de artistas extranjeros.
EL CIRCO SE CONVIRTIÓ EN UNA HERRAMIENTA MÁS DEL RÉGIMEN. TODA LA ACTIVIDAD CIRCENSE, COMO EL RESTO DE LA CULTURA, PASÓ A SER CONTROLADA POR EL GOBIERNO.
A partir de 1920, siete años antes de la creación de la escuela nacional, la Dirección de Circos Soviéticos ya entró en contacto con las asociaciones de aficionados que habían continuado funcionando después de la Revolución. Entonces, a esos circos de aficionados se les
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos