El franquismo sobrevive en la electricidad
MADRID.- Los dos grandes buques del oligopolio eléctrico español, Iberdrola y Naturgy, sus campañas publicitarias de generación de “energías verdes” y su expansión internacional, han formado parte de la imagen del país, la Marca España, tanto como el turismo de sol y playa, la selección de futbol, deportistas como Rafa Nadal, el flamenco o las tapas; sin embargo, hay una parte de su historia que suele permanecer oculta.
Se trata de la cercanía que los antiguos propietarios –con apellidos de rancio abolengo– mantuvieron con el régimen del dictador Francisco Franco, financiando el golpe de Estado de 1936 y la guerra civil (1936-1939), y luego formaron parte de la oligarquía empresarial del régimen.
Aunque es obvio que ambas multinacionales son producto de posteriores fusiones de diversas sociedades, los mandamases de las compañías eléctricas de origen –apellidos como Oriol y Urquijo y Barrié de la Maza– financiaron y participaron activamente en la sublevación del bando fascista contra la segunda república, y luego lucraron con la represión y el modelo autárquico que impuso el dictador.
No son las únicas compañías con historias similares, aunque algunas de otros giros económicos: Abengoa, Acciona, OHL, ACS y más.
“Al día de hoy, estas compañías que en su origen recibieron muchos beneficios por su cercanía al régimen fascista, siguen sin reparar a las víctimas en España, como sucedió con las empresas beneficiadas por la Alemania nazi”, explica en entrevista (ediciones Akal, 2019), en el que documenta con amplitud esas redes de complicidad.
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