La bella isla Borinquén, descubierta en su segundo viaje a América por Cristóbal Colón en 1493, era un destino que me atraía particularmente. Quería conocer de primera mano los pasos de los colonizadores españoles, pasear por el casco viejo de su capital San Juan, The Old San Juan, de raíces españolas tan marcadas.
Cuatrocientos años de colonización española es mucho tiempo, son muchas generaciones, y sentía la curiosidad de seguir su rastro y conocer su grandeza. San Juan en memoria de San Juan Bautista, y Puerto Rico por ser el principal almacén de oro y riquezas que desde el Nuevo Mundo zarpaban hacia la corte de España. El Viejo San Juan tiene además el encanto de la tradición, de las casas coloniales con sus galerías a la calle, de sus iglesias en plazas recoletas y de su muralla que defendía semejante bastión del ataque de las otras potencias de la época en la zona,