Encanto decadente al son del Caribe
Cuba ha quedado estancada en el tiempo. La Habana era la ciudad más alegre y próspera del Caribe en los años cincuenta, cuando deslumbraba al mundo. Tras el triunfo de Fidel Castro sobre el gobierno de Fulgencio Batista en enero de 1959, la aplicación de una política comunista marxista-leninista de partido único con economía estatalizada, junto al bloqueo de EEUU, han dejado sumido al país en la pobreza.
Y sin embargo La Habana está viva. La visita del Papa Francisco, el concierto de los Rolling Stones, o el desfile de moda de lujo de Chanel, pusieron el foco en esta parte del mundo. Su zona vieja fue declarada en 1982 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y la ciudad ganaba el concurso organizado por la fundación suiza New7Wonders como Ciudad Maravilla de 2016.
Las grandes mansiones y edificios con solera de la época colonial recuerdan el paso
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