EL ASEDIO DE MALTA PROLEGÓMENOS DEL CONFLICTO y la invasión de Chipre
La estratégica ubicación de Malta y Chipre despertó la ambición de los sultanes otomanos, pues ambas no solo poseían destacados puertos comerciales, sino que además se habían convertido en avanzados puestos de control de los cristianos en territorios dominados por los turcos. Así pues, tanto Solimán el Magnífico como Selim II iniciaron sendas campañas bélicas con el objetivo de tomarlas bajo su su control y asegurar así su soberanía sobre todo el Mediterráneo oriental.
La política expansionista otomana, que amparaba a los corsarios turcos en connivencia, se convirtió realmente en una amenaza para el Imperio español. El corsario Turgut Reis (Dragut para los españoles) llegó a completar con éxito algunas incursiones en las costas valencianas y calabresas e, incluso, a tomar posesión en 1551 de territorios arrebatados a los cristianos, como la ciudad de Trípoli y la isla de Gozo, vecina de Malta. Estas operaciones le bastaron, por un lado, para obtener el almirantazgo en la Armada turca y, por otro, para generar una profunda inquietud entre los
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