Los orígenes de Aéropostale se remontan a los primeros tiempos de la aviación, en las primeras décadas del siglo XX. De 1914 a 1918, durante el primer gran conflicto bélico mundial, los aviones se concentraron en misiones de guerra, como una temible arma aérea desconocida por la humanidad hasta entonces. Con el fin de las escaramuzas en Francia, cientos de aviones de combate se encontraron inactivos, sin que los pilotos tuvieran nada que hacer Sin embargo, ya en las etapas finales de la Primera Guerra Mundial, algunos hombres visionarios no tardaron en hacer uso de estos aviones para sus negocios.
En la opinión de algunos empresarios y entusiastas aviadores de la época, si el avión había desempeñado un papel fundamental en el transporte de bombas dirigidas a las tropas enemigas, en aquel momento bastaría con cambiar los elementos de combate por personas y mercancías para transportarlas a largos destinos en un tiempo récord, superando la velocidad del tren y del barco.
En este contexto surgieron las primeras compañías aéreas comerciales en Francia, así como en varios otros países, a partir de 1918. La complejidad del nuevo negocio, la inexperiencia y la falta de equipos adecuados en medio de una crisis generalizada de posguerra llevaron a algunos empresarios a fracasar ni bien comenzaron sus