LA EMANCIPACIÓN DEL SPIN-OFF
@Rafaikkonen
Este mes, se ha puesto a la venta Lost Judgment y se han cumplido veinticinco años del nacimiento de Persona, por lo que es de justicia rendir tributo al arte del spin-off. Este palabro anglosajón alude a sagas que nacieron como escisiones de otras preexistentes, como Yakuza y Shin Megami Tensei, en el caso de las citadas. O como sucedió en el pasado con Shenmue y NieR, emancipadas de Virtua Fighter y Drakengard, respectivamente.
En realidad, casi cualquier saga veterana en la que se pueda pensar ha tenido algún spin-off en algún momento: Super Mario Bros, The Legend of Zelda, Sonic, Pokémon, Monster Hunter, Final Fantasy, Dragon Quest, Metal Gear, Metroid, Minecraft, Halo, Gears of War, Crash Bandicoot, Resident Evil, Animal Crossing, Forza, Warcraft… En casi todos esos casos, ha sido a base de abrazar otros géneros y mantener tanto los personajes como la estética y la denominación de la saga original, lo cual facilita las cosas y limita el riesgo.
No obstante, y aunque comentaremos un par de ejemplos significativos relativos a esas sagas, para ilustrar este reportaje, nos hemos querido centrar en spin-offs que cobraron entidad por sí solos, hasta el punto de ganarse denominaciones propias y, en algunos casos, incluso superar el listón de sus progenitores. De ahí que no aparezcan otros juegos de este mismo año, como Monster Hunter Stories 2, New Pokémon Snap o Forza Horizon 5, que, si bien son muy distintos a los juegos "canónicos" de sus respectivas sagas, se sustentan sobre su nombre.
El mismo collar con distinto perro
Hay diversas formas de abordar el arte del spin-off. Probablemente la más fácil es la de mantenerse en el mismo género e, incluso, conservar muchas de las mecánicas y hasta parte de la ambientación. El caso más evidente de esto es la saga , una hija legítima de que, sorprendentemente, se ha acabado volviendo más popular que su madre, como demuestran los 15 millones de unidades vendidas que acumula, si bien en Occidente le ha costado mucho consolidarse. Estas dos series de Atlus tienen en común que son RPG por turnos ambientados en Tokio y apoyados en el uso de demonios, pero, mientras apuesta por un tono apocalíptico y tétrico, juega la baza de unos protagonistas estudiantiles que se adentran en los entresijos de la psicología humana, con una estética y una música tan exuberantes como características.
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