2012 fue el último año en el que escuchamos algo nuevo de Pánico. La banda —que nació como un proyecto que sólo grabaría unas canciones sueltas recién llegados a Chile desde París, a principios de los 90— dio un giro radical luego de pasar tres semanas filmando el documental “La banda que buscó el sonido debajo”, en el Desierto de Atacama. El registro, que concluyó en la ciudad minera fantasma Humberstone, sirvió no sólo de insumo para el disco Resonancia; ese registro de los sonidos de la tierra, las piedras y el lugar cambió la forma en que Caroline Chaspoul y Eduardo Henríquez entendían el hacer música, así como también nuestro origen.
Ese fue el punto de partida de Nova Materia, el dúo que fundaron basado en la premisa del encuentro de los sintetizadores y máquinas de ritmo con los sonidos extraídos de piedras, metales o cualquier objeto material capaz de emitirlos. A su discografía de dos EPs y un álbum —lanzado en 2018 a través del legendario sello belga Crammed— se sumó este año Xpujil, una pieza de 45 minutos que deriva del registro de la selva de una