DUKE NUKEM
"Tengo las pelotas de acero": esa única frase sirve para resumir el espíritu de uno de los shooters más legendarios e irreverentes de los años 90.
on la llegada de los gráficos 3D, incluso en su fase más primitiva e incipiente a principios de los 90, se abrió la puerta a una nueva ola de creatividad que trajo de la mano géneros revisados como nunca antes se habían visto, entre ellos el shooter subjetivo o ‘first person shooter’ (FPS). No era un género nuevo, pero, gracias a la creciente complejidad de los (primero, planos; luego, texturizados), detalles como ver el arma y nuestra mano virtual en pantalla y a los enemigos (en principio, 2D pixelados) moverse por el entorno revolucionaron la industria para siempre. Las primeras propuestas, como y la derrota de los nazis, o y los marines del espacio enfrentándose a las
