El último Gentleman
HACE SOLO UN AÑO que Winkelmann (56) volvió a Italia, a la que fue su casa de 2005 a 2016, y ahora nos presentan un coche, no trascendental, pero sí muy importante moralmente para la marca y sus seguidores, que ven como vuelve a la vida un superdeportivo que marcó tendencia y escribió su nombre con letras de oro y neón en el libro de historia del automóvil, el Countach.
Sin embargo, si son fieles lectores de esta revista conocerán la trayectoria de este hijo de un diplomático que incluso fue paracaidista del Ejército dos años en su juventud. Nadie como él conoce la era moderna de Lamborghini, la que vio como crecía bajo el amparo de Audi y se volvía aún más Lamborghini que nunca, y que pasó de tener dos modelos a tres, siendo este último, el Urus, el más vendido, un SUV que mantiene la esencia exótica, atrevida y dinámica de la firma pero en un envoltorio práctico y más apetecible para el día a día, el Lambo para todo.
Pero el Grupo Volkswagen tenía una misión para él lejos de su Italia adoptiva. Debía volver a su Alemania natal para tomar las rienda de la recién creada Audi Sport. Eso duró poco, los cambios de cromos en el Grupo le llevaron no muy lejos, a Molsheim, en Francia, sede de Bugatti, la joya de la corona del difunto Piëch, para ayudar a vender los 500 Chiron programados y trazar los planes de futuro de la firma cuando se apague el último motor de combustión.
Y ahora estamos aquí, en un pase privado en la sede de la marca en Italia, para conocer el nuevo Countach. En ese momento, en junio, no nos hacíamos una idea de lo que se nos iba a presentar, pero minutos después, no podía ser más espectacular, más Lamborghini.
“El Countach LPI 800-4 es un coche visionario, como lo fue su precursor”, afirma Stephan Winkelmann, presidente y CEO de Automobili Lamborghini. “Uno de los iconos automovilísticos más importantes, el Countach, no solo refleja el principio de diseño e ingeniería de Lamborghini, sino que representa nuestra filosofía de reinventar los límites, lograr lo inesperado y extraordinario y, lo más importante... ser material para los sueños. El Countach LPI 800-4 rinde homenaje a este legado de Lamborghini sin ser retrospectivo: imagina cómo el icónico Countach de los años setenta y ochenta podría haber evolucionado hasta convertirse en un elitista superdeportivo de esta década. Mantiene la tradición de Lamborghini de mirar hacia adelante, de explorar nuevas vías de diseño y tecnología,
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