Carretera y MANTA

ras licenciarse en Economía –especializándose en internacional y del desarrollo–, Pepa Entrena trabajaba felizmente en proyectos de desarrollo rural sostenible. Eso sí, siempre con un runrún entre la cabeza y el corazón; lo que ella denomina “ser cacharrera”, que no es otra cosa que una vocación inatendida. “Fueron muchas piezas de un puzle, que encajaron de repente”, recuerda: el final de un ciclo laboral; su afición a la artesanía popular (que desaparecía a marchas forzadas, además);