Justicia con perspectiva de género Ana Margarita Ríos Farjat Yasmín Esquivel Mossa
El mes en que se conmemora en todo el mundo la lucha de las mujeres por la igualdad, el reconocimiento y ejercicio efectivo de sus derechos, coincide con el hecho de que, por primera vez en la historia de México, las dos Salas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación son presididas por dos destacadas abogadas. En nuestra edición inaugural, entrevistamos a las ministras que las encabezan para conocer su visión sobre el papel y la participación de las mujeres en nuestra sociedad y, de forma concreta, en el ámbito del derecho.
El nombramiento no es casual. La ministra Esquivel Mossa, con amplia formación académica y más de 20 años de trayectoria jurisdiccional, es reconocida por su permanente interés en difundir la cultura jurídica que tutela los derechos humanos de las personas. Por su parte, la ministra Ríos Farjat, de sólida trayectoria profesional y reconocida por su actividad en pro de la transparencia y el buen gobierno, así como en materia anticorrupción, es una apasionada del derecho fiscal, que disfruta leer y escribir poesía; incluso, su primer poemario fue prologado por Álvaro Mutis, ganador del Premio Cervantes.
Desde la reforma al Poder Judicial de la Federación de 1994-1995, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha contado con sólo cinco ministras. ¿Cuál es su perspectiva en el avance de las mujeres dentro de dicho poder?
YEM. Ha sido sumamente lento. Hasta ahora sólo 13 mujeres, entre más de 500 hombres, hemos alcanzado esta posición. En la judicatura federal, aun con el impulso que desde la Presidencia de la Corte se ha dado a concursos exclusivos para mujeres como una acción afirmativa, el porcentaje de juezas de Distrito y de magistradas de Circuito apenas alcanza el 25% y el 19%, respectivamente. Es necesario continuar promoviendo su formación y participación desde los primeros escaños de la carrera judicial, así como allanar los obstáculos que enfrentan, algunos de los cuales ya se han detectado, disponiendo, por ejemplo, medidas pertinentes en las bases de las convocatorias de los concursos que menciono.
El contraste es dramático si se considera que, entre 1917 y 1994, de 191 integrantes de la Suprema Corte sólo siete fueron mujeres: el saldo de esos 77 años es de apenas un 4%. De 1995 para acá, cinco mujeres sumamos casi 20%. Por primera vez en su historia, el Pleno está integrado por tres mujeres. Además,
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos